La historia del matemático Nash tiene ribetes insospechados, pero no es el punto hacer un análisis bibliográfico, ni la verosimilitud de los síntomas de su enfermedad y de cómo le permitió vivir. Simplemente nos detendremos en la omisión de supuestos teóricos en pro de una historia ganchera y efectista, que tiene la clara misión de y anhelo de premiación por una historia deformada.
Es común y fácil criticar las alucinaciones en el cine que se personifiquen con incidencia física, y el padeciente de tales mira a los ojos cuando en realidad son voces, pero en este caso llegan a sobrepasar el límite. Una esquizofrenia con este nivel de alucinaciones no podría vivir en el mundo de relación, ya que este lo consumiría en todo su ser, es decir, lo colmaría o superaría en sus posibilidades tramitar los estímulos. Lo más esperable son la alucinaciones auditivas y en la actualidad con los tratamientos farmacológicos bajan por la medicación, permitiéndole continuar con su vida, pero de ninguna manera llega a una cura, la alteración de percepción persiste o un grado menor pero lo va acompañar siempre... Es más... el proceso de la enfermedad a través de los años en normal produzca paulatinamente un deterioro.
Un dato de color es que en la película presentan una medicación para la esquizofrenia que existe en la actualidad, pero no en la época que el matemático padecía de sus síntomas, con lo cual se entiende que fallara el tratamiento, al cual no adhería, y que no cesara el delirio de persecución posicionando a la efectividad terapéutica como menos cero. De esta manera queda configurada como única posibilidad la propia pericia del enfermo y de su entorno para lidiar con estas vicisitudes, y el heroísmo inexistente de un superdotado que no puede con sus propios impulsos y menos sus instintos.
Es imposible que el esquizofrénico logre una inconsistencia de la alucinación por si solo... no puede, se muestra en la película que descubre una error en su delirio, en el hecho de que la niña que veía no crecía a lo largo de los años, esto no sucede ya que en este tipo de enfermedad mental, como dice el maestro Freud "Aman a su delirio más que ellos mismos"... podemos pensar que en un proceso de años de tratamiento surja algo que cuestione, que es en sí el fin del tratamiento, pero este argumento como única solución que presenta el guionista es falso y menos que menos se puede sustentar un intento de cura a partir de ir contra del tratamiento y a favor de su delirio.
Para arruinar la trama, se podría haber encarar por el lado de un vínculo más fuerte hacia su familia o su trabajo, donde en general logran estabilizarse por lo emocional y afectivo, pero no por el lado lógico que justamente es lo más alterado. La búsqueda de la cura en estos cuadros es incesante y particular de cada caso, siendo frustrante ya que no remiten totalmente pueden estabilizarse y tener una vida normal como se muestra pero no llegan a recobrar lo conocido como salud.
Es común y fácil criticar las alucinaciones en el cine que se personifiquen con incidencia física, y el padeciente de tales mira a los ojos cuando en realidad son voces, pero en este caso llegan a sobrepasar el límite. Una esquizofrenia con este nivel de alucinaciones no podría vivir en el mundo de relación, ya que este lo consumiría en todo su ser, es decir, lo colmaría o superaría en sus posibilidades tramitar los estímulos. Lo más esperable son la alucinaciones auditivas y en la actualidad con los tratamientos farmacológicos bajan por la medicación, permitiéndole continuar con su vida, pero de ninguna manera llega a una cura, la alteración de percepción persiste o un grado menor pero lo va acompañar siempre... Es más... el proceso de la enfermedad a través de los años en normal produzca paulatinamente un deterioro.
Un dato de color es que en la película presentan una medicación para la esquizofrenia que existe en la actualidad, pero no en la época que el matemático padecía de sus síntomas, con lo cual se entiende que fallara el tratamiento, al cual no adhería, y que no cesara el delirio de persecución posicionando a la efectividad terapéutica como menos cero. De esta manera queda configurada como única posibilidad la propia pericia del enfermo y de su entorno para lidiar con estas vicisitudes, y el heroísmo inexistente de un superdotado que no puede con sus propios impulsos y menos sus instintos.
Es imposible que el esquizofrénico logre una inconsistencia de la alucinación por si solo... no puede, se muestra en la película que descubre una error en su delirio, en el hecho de que la niña que veía no crecía a lo largo de los años, esto no sucede ya que en este tipo de enfermedad mental, como dice el maestro Freud "Aman a su delirio más que ellos mismos"... podemos pensar que en un proceso de años de tratamiento surja algo que cuestione, que es en sí el fin del tratamiento, pero este argumento como única solución que presenta el guionista es falso y menos que menos se puede sustentar un intento de cura a partir de ir contra del tratamiento y a favor de su delirio.
Para arruinar la trama, se podría haber encarar por el lado de un vínculo más fuerte hacia su familia o su trabajo, donde en general logran estabilizarse por lo emocional y afectivo, pero no por el lado lógico que justamente es lo más alterado. La búsqueda de la cura en estos cuadros es incesante y particular de cada caso, siendo frustrante ya que no remiten totalmente pueden estabilizarse y tener una vida normal como se muestra pero no llegan a recobrar lo conocido como salud.