jueves, febrero 22, 2024

Los Neuróticos (1971)

  En este multiverso chauvinista del cine argentino psicoanalisimio de los años dorados de la corriente freudiense en el cono sur, tenemos la secuela de "Psexoanálisis" de 1968, continuando las aventuras de Sigmundo que sólo se pueden comparar con las de Darthes, Villa o Gianola pero sin condena en la ficción, o capaz sí, porque se dejaron inconclusa la trilogía.
  Hacer abuso de posición dominante, falta de ética profesional y una exponencial iatrogénia de la práctica clínica psicológica son los ingredientes de un personaje que solamente hace gracia su cara sin el contexto audiovisual. El actor protagónico habrá hecho los descargo correspondientes al avanzar su edad y madurado en su profesión actoral (Ah ¿no?), pero como docente de teatro también debe haber hecho un equilibrio como ser humano frente a la violencia institucional de la moral hegemónica que sopesa sobre la mujer y otras minorías (Ah ¿tampoco?)... Bueno, pero ahora debe ser un viejito progre que en las reuniones familiares hace gala de anécdotas tibias, cálidas y reconfortantes (so cute).
  La naturalización de delitos es el eje principal de este celuloide, porque la libertad avanza está decretado, con un buen abuso sexual con acceso carnal a paciente bajo hipnosis, irrupción forzada de hogar de pacientes y mala praxis incomprobable en el grupo terapéutico por la habilitación indiscriminada de abusos de otros hacia otras... porque entre fantasmas no nos vamos a pisar el goce (dicen los lacanianos).
  En la primera entrega teníamos una cierta vanguardia artística y conceptual, incluso aparece una transición de género sin sorpresa y hasta lo acompañan, por ejemplo. Para no quedar de avanzada (...borramos con el codo), surge la visión homosexual como de chiste en formato de lentes macho.
  Sin mucho más, esta impronta cultural queda hoy en estas masculinidades frágiles que cotidianamente penan por verse amenazadis por las feminazis y la ampliación de derechos que entienden les corresponde por nacer con falo.