Versiones cinematográficas corren sobre la historia de este personaje, documentado por demás el desalmado en el campo de batalla y excéntrico en su vida cotidiana. El motivo que detiene el ojo de este espacio sobre esta película en particular y, se podría decir, al genero vampírico en general, es la cantidad de, lo que señalaremos como, síntomas del protagonista que se asemejan a la psicosis. Se elige una versión de esta leyenda filmada en 1931, a los fines de marcar un punto inicial de la interminable saga de vampiros que pueblan al cine... y poblaran.
El fin es poder dar luz sobre características que tiene este personaje que se puede encuadrar dentro de una enfermedad mental; en el camino perderemos la fantasía del súper-antiheroe vampírico que goza de buena salud y ha generado prestigio, un sin fin de versiones, ganancias y que por décadas seguiremos revistando este ideal de desinformación en pro de una historia dramática y atrayente.