Secret Window (IMDB) El loco asesino nuestro de cada día
De tantas veces que hablamos de este flagelo, el de mostrar alucinaciones auditivas como visuales, que se puede decir que es uno de los "Hits", o bien, son golpes desinformantes del arte cinematográfica. Separemos la realidad clínica objetiva con la fantasía guionística de la industria sobre los padeceres mentales. El loco en su accionar, en estado de brote, puede decirse que se desarma y en el intento de solución crea un realidad para sí mismo y le da forma al delirio.
Causa mucha angustia un delirio, ya que se padece una percepción propia-como-ajena que no se puede explicar. El tenor auto-referencial denigratorio terrorífico surge cuando se le busca una justificación racional dentro un mundo fictisio; en base al conocimiento adquirido será el tipo construcción. Puede así conocerse distintas calidades de argumentación de acuerdo al nivel intelectual y bemoles del delirante, pero por qué alguien se rompe y hace delirios.
El original ingrediente que aparece en esta oportunidad, conocido pero no por eso menos efectivo, es el engaño, desilusión y venganza, pero no comienza sólo con la comprobación empírica del adulterio de su amada. La gesta se potencia en la soledad como aislamiento social, que engendrará calamidades y muerte. La ausencia de criterio en el entorno para identificar el avance de la enfermedad, hace pensar por un lado el desconocimiento y por otro la impericia de la familia y los profesionales que no intervinieron adecuadamente. Claro está que de ser advertido no tendríamos película, pero es menester señalar lo costoso, en vidas, que puede es un sistema de salud desprovisto de criterio preventivo en salud mental. La apariencia del protagonista sobre su independencia, decisión y coherencia parece ser en algunas oportunidades el indicador de buena salud, mental. Es el proceso interno que lleva el germen de la eclosión. La eficacia del tratamiento depende de la consistencia de los lineamientos de reconexión con la realidad compartida, si es feliz con ellos, síntomas, difícilmente quiera emanciparse de los mismos; la adhesión consciente del padeciente de sus ídem, va a surgir cuando encuentre son contraproducentes para si mismo y para los demás.
El desalineado engañado se rompe por amor (al menos eso muestra sintéticamente la historia mostrada), diría un espectador inocente, las situaciones movilizadoras emocionalmente no es ajeno de cualquier ser humano... y ya sabemos lo que hacemos cuando algo no nos gusta... ¡Lo eliminamos!. Literalmente es lo que pasa en esta película, el protagonista elimina todo que le es displacentero, que se hace entretenido en un ambiente de suspenso y tensión tergiversando la realidad y haciendo de la locura sea la peor de la pestes, cuando en realidad al loco no lo cuidaron y no puede evitar estar loco, pero su entorno si puede hacer cosas para no empeore
Las alucinaciones corpóreas son el paco para el cine, aunque hay buenos ejemplos en la historia del formato que hacen bien la idea de percepciones auditivas menos común en el cine y más presente en la realidad y a su vez menos angustiante (dentro de lo penoso que ya es). La alucinación visual con sensación de real es señal de una gravedad mayúscula, comprometiendo la discriminación de la realidad mental de la compartida; hablar de gravedad es decir un deterioro del cerebro a nivel materia, es decir, una demencia.
No se deja de tener alucinaciones mágicamente, es necesario frenar desde afuera al padeciente, por que si este pudiera elegir no aceptaría dichas sensaciones. Una solución liberaría la tensión e invadiría una sensación de oasis, pero difícilmente esto esté acompañado con una desaparición de los síntomas preexistentes, teniendo en cuenta que se basa en premisas delirantes para justificar su razonamiento, nadie puede curarse matando gente...
Causa mucha angustia un delirio, ya que se padece una percepción propia-como-ajena que no se puede explicar. El tenor auto-referencial denigratorio terrorífico surge cuando se le busca una justificación racional dentro un mundo fictisio; en base al conocimiento adquirido será el tipo construcción. Puede así conocerse distintas calidades de argumentación de acuerdo al nivel intelectual y bemoles del delirante, pero por qué alguien se rompe y hace delirios.
El original ingrediente que aparece en esta oportunidad, conocido pero no por eso menos efectivo, es el engaño, desilusión y venganza, pero no comienza sólo con la comprobación empírica del adulterio de su amada. La gesta se potencia en la soledad como aislamiento social, que engendrará calamidades y muerte. La ausencia de criterio en el entorno para identificar el avance de la enfermedad, hace pensar por un lado el desconocimiento y por otro la impericia de la familia y los profesionales que no intervinieron adecuadamente. Claro está que de ser advertido no tendríamos película, pero es menester señalar lo costoso, en vidas, que puede es un sistema de salud desprovisto de criterio preventivo en salud mental. La apariencia del protagonista sobre su independencia, decisión y coherencia parece ser en algunas oportunidades el indicador de buena salud, mental. Es el proceso interno que lleva el germen de la eclosión. La eficacia del tratamiento depende de la consistencia de los lineamientos de reconexión con la realidad compartida, si es feliz con ellos, síntomas, difícilmente quiera emanciparse de los mismos; la adhesión consciente del padeciente de sus ídem, va a surgir cuando encuentre son contraproducentes para si mismo y para los demás.
El desalineado engañado se rompe por amor (al menos eso muestra sintéticamente la historia mostrada), diría un espectador inocente, las situaciones movilizadoras emocionalmente no es ajeno de cualquier ser humano... y ya sabemos lo que hacemos cuando algo no nos gusta... ¡Lo eliminamos!. Literalmente es lo que pasa en esta película, el protagonista elimina todo que le es displacentero, que se hace entretenido en un ambiente de suspenso y tensión tergiversando la realidad y haciendo de la locura sea la peor de la pestes, cuando en realidad al loco no lo cuidaron y no puede evitar estar loco, pero su entorno si puede hacer cosas para no empeore
Las alucinaciones corpóreas son el paco para el cine, aunque hay buenos ejemplos en la historia del formato que hacen bien la idea de percepciones auditivas menos común en el cine y más presente en la realidad y a su vez menos angustiante (dentro de lo penoso que ya es). La alucinación visual con sensación de real es señal de una gravedad mayúscula, comprometiendo la discriminación de la realidad mental de la compartida; hablar de gravedad es decir un deterioro del cerebro a nivel materia, es decir, una demencia.
No se deja de tener alucinaciones mágicamente, es necesario frenar desde afuera al padeciente, por que si este pudiera elegir no aceptaría dichas sensaciones. Una solución liberaría la tensión e invadiría una sensación de oasis, pero difícilmente esto esté acompañado con una desaparición de los síntomas preexistentes, teniendo en cuenta que se basa en premisas delirantes para justificar su razonamiento, nadie puede curarse matando gente...