jueves, febrero 08, 2018

Géneros: Superheroes (2 de 3)

  Abogando por nuestra propia saga, y por que las segundas partes son peores... avanzamos; ya que plagan, cuan ídem,  películas donde personajes extraordinan la realidad con sus habilidades, sin el alto de la ley de gravedad o de la dureza del concreto, observábamos que hace un tiempo venían a palear la amenaza de muerte y la angustia que generaba la guerra, tomando a este superhéroe como ese dios que no nunca vino, pero sin meternos en la lógica binaria del campo bélico que está por demás abordada en otras instancias críticas, o la polémica de la muerte de Dios suplantado por personas que se ponen el calzón arriba del pantalón. Hoy sirven a los fines del poder no sirve respetar la ley, y todo lo malo del mundo justifica los medios.
  Cuáles serían los fines y qué medios utilizarían para valerse de la épica victoriosa, ya que las temáticas que se imponen son en torno a la puja territorial-político-económica empresarial de espacios, recursos y quien domina el sistema . . .

  Evitando moralinas y críticas al gobierno del pueblo que desapareció desde el comienzo de la democracia, estos superpoderes físicos quedan impotentes frente a la influencia y ejecución implacable de lo tejido en pasillos y acuerdos, de y, en las sombras. La supuesta superioridad o sabiduría que daría la longevidad o el haber experimentado una vida en culturas hiperdesarrolladas, quedarían opacadas frente una campaña mediática con redes sociales, favoreciendo el confín del justiciero si no sucumbiera a los intereses mercantiles marcados en la agenda del mal... ese mal que no muere con la decapitación del "jefe", y que como CEO sería suplantado cuan Hidra de Lerna con sus cabezas que no deja de crecer.
  La idea de justicia hace agua cuando no hay solución que sea aplicable para que el agua potable y la educación llegue a cada rincón el planeta, y hacérsela por mano propia excede la posibilidad que brinda un alma solitaria en una sociedad equilibrada así, donde las instituciones que se ocupan esto no vuelan por su burocracia, poder, que excedería aún a quien puede con su fuerza mover una montaña...
  La cultura ha construido una idea a lo largo del tiempo que las cosas fallan y no va ha haber un roto para cada descosido, crímenes mínimos o gigantes pueden y van a ser impunes a pesar del gran esfuerzo de cada sujeto medio o super, para esto la figura del superhéroe brinda un bálsamo imaginario cuando la realidad es tremebunda.
  La idea de los villanos obscenos y físicamente feos que se dedican a aparecer con amenazas de destruir el mundo a cambio de exorbitantes cantidades de dinero a modo de secuestro, es por lo menos inocente naif respecto de los que se dedican a las estafas de guante blanco, que dentro de la ley hacen de su vida cotidiana el escarnio de los recursos ajenos con el aval de especular dentro de la norma para robar a través de la influencia y la manipulación de las variables financieras.  Es más fácil defenderse de un feo con armas amenazantes, que de un señor de traje con portafolio que habla por teléfono o recibe gente en su oficina.
  Somos víctimas de la información y nadie nos salvará de la impotencia de nuestros super (no tanto) héroes que no disciernen la víctima del victimario... y mientras defiendan a este último, los padeceres los llamaremos ambivalencias fantástico-reales donde deseamos que la ficción sea real y escapamos de lo real a la ídem.