Yendo de los común a lo complejo se escribirá sobre esos "Muertos que gozan de buena salud" bueno capaz balbucean o gruñen, pero lejos de acuñar esta tan sabia frase nos adentraremos en el mundo de la fantasía zombie que no ha tenido lugar este rincón de guerrilla psicológica.
Si Freud viviera este momento se haría un festín del apogeo del arte visual de los muertos que reviven, si es que a él le hubiera interesado el cine como medio artísticos comunicacionales de construcción de un discurso propagandístico hegemónico colonizante de subjetividades de multinacionadizadas en el hemisferio inferior, si se da vuelta el mapamundi.
...para saber que es un mapamundi al revés, siga el link.
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En términos generales tenemos la premisa de una vida que se termina, y el cuerpo se levanta por distintas circunstancias que en mayor o menor grado las justificación de porque reviven argumenta la cantidad de versiones, casi como si no dejaran descansar a los occisos, como si estuviera mal morirse o más bien terminar una etapa... cambiar de estado... mejor deja todo como está que nadie haga nada, seguir reviviendo lo que fue divertido una ves como si pudiera así eternamente.
Evitaremos la opción del existencia del más allá que es más acá, y de la muerte como instancia ontológica de la humanidad que lejos está del debate psicológico, pero en cuando la visión del vivo sobre lo que sería la amenaza de perder la vida, y evitar el modo babeante, quejoso símil recién despierto.
La referencia a Freud es por uno de sus conceptos en cuanto al retorno de lo reprimido, cuando está eso traumático que surge acecha amenazante de ser revivido, si reaparece es para ser encausado o elaborado con la consecuente liberación que significara sacarse ese peso de la pena que pasa a sonrisa.
Los comedores de cerebros o pieles son esa cosa voraz sin freno que sucumben a su deseo de masticar sin medir, sin ningún coto, goce eterno omnipotente y omnisciente fallido que se olvida del cuerpo propio y ajeno. Lo traumático en este caso lo colocaríamos en el muerto que podría simbolizar a coso y viene a etc... podemos hacer mil elucubraciones magistrales que sentarán hermosos simbolismos, pero lejos de enciclopedisar ídem. Por que tanto límite en esta momento histórico que todo está tan fácil de ser gozable satisfactoriamente... la inmediatez y la ausencia de pausa para la alegría y el disfrute, con una muerte que viene a hinchar las pelotas.
En gran parte lo disruptivo es la idea de ausencia de fin de la vida, pesar de los inmortales que merecen otro capítulo, cuando vemos lo llorado que pestañea como esa expareja que viene a por lo perdido en la nada, así recibimos la idea del duelo imposible, por impericia propia o insistencia exterior. Este muerto que no se muere y/o que revivimos por la añoranza de lo bondadoso de un momento inicial y el peor de los infiernos a los 10 segundos.
En la fantasía visualizamos un trámite bancario en cinco minutos pero se transforma en 2 horas, y la subjetividad pasa a ese estado de zombie vivo pero en la lucha por recuperar la libertad, y poder elegir donde queremos que sea ese paso del tiempo... y que el cajero no vea la imagen a continuación luego de 2 horas de cola.
Evitaremos la opción del existencia del más allá que es más acá, y de la muerte como instancia ontológica de la humanidad que lejos está del debate psicológico, pero en cuando la visión del vivo sobre lo que sería la amenaza de perder la vida, y evitar el modo babeante, quejoso símil recién despierto.
La referencia a Freud es por uno de sus conceptos en cuanto al retorno de lo reprimido, cuando está eso traumático que surge acecha amenazante de ser revivido, si reaparece es para ser encausado o elaborado con la consecuente liberación que significara sacarse ese peso de la pena que pasa a sonrisa.
Los comedores de cerebros o pieles son esa cosa voraz sin freno que sucumben a su deseo de masticar sin medir, sin ningún coto, goce eterno omnipotente y omnisciente fallido que se olvida del cuerpo propio y ajeno. Lo traumático en este caso lo colocaríamos en el muerto que podría simbolizar a coso y viene a etc... podemos hacer mil elucubraciones magistrales que sentarán hermosos simbolismos, pero lejos de enciclopedisar ídem. Por que tanto límite en esta momento histórico que todo está tan fácil de ser gozable satisfactoriamente... la inmediatez y la ausencia de pausa para la alegría y el disfrute, con una muerte que viene a hinchar las pelotas.
En gran parte lo disruptivo es la idea de ausencia de fin de la vida, pesar de los inmortales que merecen otro capítulo, cuando vemos lo llorado que pestañea como esa expareja que viene a por lo perdido en la nada, así recibimos la idea del duelo imposible, por impericia propia o insistencia exterior. Este muerto que no se muere y/o que revivimos por la añoranza de lo bondadoso de un momento inicial y el peor de los infiernos a los 10 segundos.
En la fantasía visualizamos un trámite bancario en cinco minutos pero se transforma en 2 horas, y la subjetividad pasa a ese estado de zombie vivo pero en la lucha por recuperar la libertad, y poder elegir donde queremos que sea ese paso del tiempo... y que el cajero no vea la imagen a continuación luego de 2 horas de cola.