martes, noviembre 13, 2018

Perturbada (2018)

Unsane (IMDB) "Sororidad...?"

  Que fácil es tildar de loca a una mujer (frase atemporal y aplicable en toda la historia), pero lo que parece más difícil es creerle y entender su padecimiento. Podemos salvar la autopercepción del que se está por internar, la ausencia de conciencia de enfermedad y que utiliza las herramientas con las que cuenta para tratar de evitar la incomunicación y el asilo; un tanto así lo manicomial que como instancia terapéutica es como mínimo incomoda y dependiendo de la institución puede tener mejor grado de efectividad, dependiendo del cuadro obviamente.
  Pero esto no termina acá... 😡
  El stress como consecuencia de un abuso es muy distinto de una psicosis o una depresión, el confinamiento arbitrario en el contexto de un maltrato potencia la sensación de sometimiento y desprotección, sumado al cuestionamiento sistemático que sufre sobre sus afirmaciones. La correcta escucha del paciente y la aproximación diagnóstica posibilita el tratamiento, y no al revés.
  La mala praxis en salud mental es de las actividades apeladas y menos penadas del campo de la salud, menos que los delitos económicos, pero en este caso la institución se lleva el escarnio por la pésima elección de su personal  y no por la implementación terrorífica de esta internación psiquiátrica.
  Es evidente que un hombre no puede escribir o dirigir una película sobre el sufrimiento de una mujer, y menos que menos cuando el tema es acoso o abuso. Confundir esta instancia es un desorden mental característico de esta época, perpetuando a la víctima como tal y lavando culpas a los victimarios que la miran en la pantalla... "...total se vengó de su acosador y pudo hacer su vida después".
  Ahora si el sistema de salud no puede alojar este tipo de problemática y encajan a cualquier patología el mismo tipo de internación es otro tema, acá se está operando del corazón a quien tiene una fractura de fémur.
  La desidia informativa de este tipo de expresiones sólo lapidan y demuelen los puentes posibles de quienes pueden llegar a consultar por un malestar mental, cuando sin voces ni penas sobre este tipo de irresponsabilidades en su divulgación, se ciernen gotas de verdad que empapan sobre el secos terrenos... en este rincón contamos con más de cincuenta ejemplos así, ya podemos atestiguar la suma de gotas devienen en charco, con la única convicción de vilipendiar la práctica profesional, y en este caso, el sufrimiento de una mujer y el posible tratamiento para sus recuperación.
  Si no hay tratamiento posible para el alma estamos entregados a la propia impericia individual, como especie construido a base de ciencia hay negar el abandono de esta, ya que se hace inmenso e inabarcable poder transitar la vida sin guía ni sentido; quienes divulgan y tienen un conocimiento debemos velar por la opción más posibilitadora  evitando la lluvia de cavernas, garrotes y de cabelleras tironeadas para ser arrastradas.
  Los hombres no sabemos sobre ser mujer abusada, ni lo que es tener miedo de caminar y mirar sobre el hombro para ver a cuanta distancias está la persona que está atrás, como mínimo la industria tiene que filtrar tamaña contradicción por decoro y ética, ya que difícilmente un victimario pueda entender como se siente una víctima.