Es un tema es bisagra de la realidad de todo ser humano que convive en la lógica capitalista, en el cine lo vemos en su formato en sí o en largas jornadas de ocio donde decimos "nadie trabaja en esta casa", cuando claramente el recorte que se hace de la historia, el hecho laboral no orienta al espectador para lo que esa ficción quiere contar.
En salud mental a primera vista se pensaría que tendería positivamente hacía este tipo de momentos por la idea de paz y autoreflexión que posibilitaría, muy por el contrario las vacaciones son un foco de ídem, se dan conflicto iguales a los de la vida cotidiana rutinaria. En un momento de la psicología se recomendaba salidas, esparcimiento y hasta baños termales... que no solucionaron nada nunca, nada.
Es una construcción placébica del consumismo productivo en su dominio discursivo, que la solución a la vida cotidiana está en ir a un lugar lejano con el eslogan "Te vas a encontrar con vos mismo". Siglos de filosofía para tener que viajar por afuera para encontrarnos por dentro... y bueh...
Es sano movilizar las energías y evitar el hacinamiento, entregarse a nuevas experiencias y lo desconocido como ensayo de un posible descubrimiento. Para todo esto tiene que haber una planificación y una formación que decante necesariamente de esa estructura, de ninguna manera cada visitante de Venecia encontró la iluminación sistemáticamente al entrar y transitar sus canales.
El cine lo recorta de una manera muy interesante porque del esparcimiento hace un conflicto, porque ninguno termina como empezó. Los grupos de jóvenes que salen a una cabaña o lugar paradisíaco se sabe que se van a morir de formas horribles uno por uno, y el que sobreviva tomará venganza en la siguiente película. Cuando sale una familia se sabe que van a tener peleas divertidas con momentos y amenazas de divorcio y que el amor los va a salvar de una manera u otra... no como a los jóvenes. Cuando se sale une con su mismidad pinta más la aventura, y entra en la estructura narrativa heroica por sorpresa a veces y otras como autosuperación con los demonios internos.
La vacación es un momento egoísta que se puede construir en cualquier momento con decisión y planeamiento para deshaser los demonios, nunca más puede ser sin memoria, verdad y justicia.