jueves, abril 04, 2019

Una entrevista con Dios (2018)

An Interview with God (IMDB) "dios me salvó y qué...¿Es con D?...Uh"

  Llegó... porque sí. Usando palabras que ajenas diré que sabemos que no hay, estaría bueno que dios exista, y más en un momento como el actual que... o el anterior cuando... bueh, siempre. 
  Alguno de los desastres teológicos del entretenimiento que pululan por el mundillo mercantilista cinematográfico evangelizador marketinero del arte audio visual, tenían que pasar por este scanner de complacencia inmortal de pereza científica psíquica. Anoticiando de las malas elecciones guionisticas del actor que protagoniza, a quien se ha encontrado en otro desastre teórico-práctico-clínico cinematográfico... quizás ya habría una tendencia hacia preferir denigraciones de la esencia humana en su aspecto mental como eje de su carrera, es decir, me cago en todos y estoy alienado sin esperanza en la raza humana.
  Otra gran oportunidad se perdió en esta pieza cinematográfica, tener en una silla al que hizo con sus manos esta dimensión de la existencia y poder... etc. Pero bueno, el protagonista tenía sus temitas de pareja, stress post traumático de haber estado en la guerra y una creativad poco sublimada para poder encausar su carrera como escritor y/o periodista. 
  -¿Vos estas diciendo que todo se basa en la alucinación de este personaje y es todo autorreferencial?... cortemos lo diálogos porque no es una entrevista solitaria, y suena a que hablo solo con mi otra voz. Hay que tener rigor técnico. Se puede deslizar la idea que nuestro susodicho atravesando una instancia de crisis en varios puertos, el delirio místico fuera una válvula de escape de la olla a presión de sus emociones; aquí vendría bien un emoji a elección. 
  A decir verdad la idea del suicidio no es en ningún lugar del mundo ni de lo humano, un síntoma que aparezca en la psicosis ni en las consecuencias de traumas profundos como se muestra en la película; si el ensimismamiento y la rumia mental con el polo motor inhibido... que cuando activa, etc. 
  Hay que complicarla para pensar en alucinar entrevistas con el que se llama Dios, para no suicidarse cuando hay gran cantidad de profesionales de la salud mental, que desde distintas corrientes pueden atender su sufrimiento, y encausar su padecer hacia lugares donde tenga decisiones menos drásticas. 
  Las guerras (no importa cuando lea esto) son la justificación de las riñas hogareñas de poder de las diez familias que manejas los recursos que comandan el mundo, estas nunca se manchan ni transpiran (gracias por leer este blog). Entonces, la situación anormal de matar a otro, es injustificable para la conciencia siempre, nunca va a ser humano esa escena. Matar a otro es traumático. 
  Las consecuencias son del esclavo y como tal crea un saber para poder elaborar lo intramitable, sin eso no habría ciencia... y sin ciencia no sobreviven humamos en este mundo.