jueves, octubre 10, 2019

Especial PdL: Por qué NO Fantasías

   Esto tendría que titularse "Por qué no escribo sobre películas y series que se traten sobre fantasías y ciencia ficción", sepan entender el acotamiento titular, y a partir de este artículo pueda ser la limitación orgánica a esta parafernalia. Me enteré que "los pájaros no saben que vuelan", y como acá se piensa el cine desde una psicología del humane, si tenemos reglas nuevas sería obligatorio crear una nueva disciplina y así una nueva ciencia.
Esto recién empieza... ↙
  De la ciencia de la salud mental tanto sean las buenas, malas o etc. el psicoanálisis como disciplina cuando se aplica valora la fantasinación de la palabra en el discurso de cada concurrente al dispositivo, muchas veces la exposición hace las veces de orientador y cura (de sanar, no de los son abusadores). Los relatos en terapia son ficción, porque se sabe que hay exageración natural de padecer del paciente como actor, director y auditorio. El convencimiento narcisista es necesario para sostener la novela del síntoma.
  Todo esto muy lindo pero que tiene que ver esto, con estar acotado o no por las reglas de la realidad consensuada y compartidad en la actualidad. La realidad es consensuada y compartida desde el ceno materno hasta la última respiración; esa corporeidad que acompaña toda la vida, vivo, al humano le genera una serie de limitaciones y recorridos que lo forjan, sin ellas, viene la desconexión con el contexto y los pares lo observarían como locura... pero si la limitación se abre a partir de un progreso que se aplica sin discriminación reestructurando, ampliando o quizá quieran llamarlo... Revolución, viene una etapa de duelo y adaptación que será necesario elaborar  para no quedar afuera del mundo.
  En el cine la búsqueda revolucionaria, supuestamente, es deliberada y a veces ansiada para movilizar, pero no ansiosa, siempre, porque lo que se trata es de entretener y llenar salas. Es por eso que medir la existencia a través de la fantasiosidad es como mínimo aventurado y como máximo psicótico. La creación de un mundo propio es un signo que traerá síntomas de índole fantástico, que invade la subjetividad impidiéndole la vida de relación con pares que no comparten sus parámetros.
  Aquí discrimino a las películas de ciencia ficción y de fantasía porque replantean las leyes naturales, que sería incalculable, inpronosticable e indiagnosticable la influencia en la subjetividad del humane como lo conocemos, que de por sí ya es compleja y anhelada de compresión; se podría teorizar y armar enciclopedias que en algún lado, blog, se ocuparán.
  Somos lo que somos por las leyes que tenemos, todavía estamos teniendo los coletazos de tilde azul y certeza de que el otro vio nuestro mensaje y no respondió... si tuviéramos la certeza que después de la muerte existe algún tipo de vida consciente, en el más allá se depositaría un sin fin de ideas que de por sí ya tiene el arte que ya no seria serio la serie de series y películas que conoceríamos sobre el tema, siendo que hoy ya saturan.
  Algún intento haré sobre estos géneros próximamente.