El acto en cuestión, es intentar lo imposible...escribir sobre la fantasía con un ojo psi y el otro social. La ciencia se nutre del arte (o al revés) y en esta pieza vamos a ver una especie de enfermedad que padecen los concurrentes a una reunión que sin motivo real o consensuado, evitan a toda costa abandonar el recinto y en particular un salón generando toda clase vejámenes que los degrada al punto de pensar en el canibalismo.
Vemos aquí la creación total de un contexto inverosímil y ajeno a la realidad, que evitando ser yuta, se puede decir que aquí se inventó una patología mental. Hasta ahora la construcción de los discursos delirantes se han manifestado subjetivamente, donde un padeciente tiene sobre una experiencia bizarra sensible, a la que le da un sentido propio y no compartido; esta creencia puede ser trasmitida con una vehemencia certera que confundiría a algún desinformado, pero claramente es incontagiable. Existe la locura compartida donde cada integrante ocuparía un papel en una obra, pero lo que vemos en la película es un certeza tácita y apremiante.
También es conocida la locura a partir de un líder carismático paternal, que en base a su dirección ofrece algún tipo de sentido que viene a conveniencia de los participante, no sin ser violados en algún aspecto mental o físico según la elección sexual del supremo. En esta expresión artística audiovisual no aparece ni sobresale en ninguno de los participante o una voluntad que someta a los demás, y el nivel de padecimiento entre los participantes es parejo, incluso la animalidad floreciente.
También es conocida la locura a partir de un líder carismático paternal, que en base a su dirección ofrece algún tipo de sentido que viene a conveniencia de los participante, no sin ser violados en algún aspecto mental o físico según la elección sexual del supremo. En esta expresión artística audiovisual no aparece ni sobresale en ninguno de los participante o una voluntad que someta a los demás, y el nivel de padecimiento entre los participantes es parejo, incluso la animalidad floreciente.
Esta obra surrealista escapa a los alcances de lo que podemos pensar clínicamente, ya que es inexistente una patología que nos introduzca en un deseo de fiesta eterno. Salvo que sea una metáfora del capitalismo, que excedería el presente artículo pero bien podría tener un desarrollo. Se podría pensar que la salud tiene una tendencia a mantener determinadas tensión ya sean de satisfacción o goce, y las mismas son singulares o compartidas por momentos, pero sin lugar a dudas nunca llegaría a este nivel tanático.
Estos náufragos del festejo sólo salen como entran, desandando lo transitado reviviendo el comienzo, con la satisfacción de resolución como quien entra al infierno por intriga y sale feliz de la emancipación diabólica.
Lo que es incalculable e imposible de proyectar, es el fenómeno conocido como mito, conocimiento popular o la viralización de un fenómeno que no existe, es decir, frente a una situación traumática de estas características cuál sería la prevención o cura posible... No asistir a reuniones o fiestas se podría responder, como medida cautelar; lo que lleva a la pregunta si es posible el humano sin el ámbito social.
Estas y muchas otras preguntas no se pueden responder, ya que no obedecen a nuestro mundo como lo conocemos, y es un ejercicio interesante apoyarse en lo que no existe para pensar lo que sí ídem. Pero está claro que desde este pequeño rincón ya tenemos bastante de abstracto con los conceptos psicológico, sociológicos y psicoanalíticos como para volar tanto de como un ser vivo, tal cual lo conocemos, puede reaccionar a una enfermedad contagiosa en los espacios de ocio convencionales.
Bueno, escribí un montón... espero que quede claro, esto es un debut y despedida sobre el género.
Estos náufragos del festejo sólo salen como entran, desandando lo transitado reviviendo el comienzo, con la satisfacción de resolución como quien entra al infierno por intriga y sale feliz de la emancipación diabólica.
Lo que es incalculable e imposible de proyectar, es el fenómeno conocido como mito, conocimiento popular o la viralización de un fenómeno que no existe, es decir, frente a una situación traumática de estas características cuál sería la prevención o cura posible... No asistir a reuniones o fiestas se podría responder, como medida cautelar; lo que lleva a la pregunta si es posible el humano sin el ámbito social.
Estas y muchas otras preguntas no se pueden responder, ya que no obedecen a nuestro mundo como lo conocemos, y es un ejercicio interesante apoyarse en lo que no existe para pensar lo que sí ídem. Pero está claro que desde este pequeño rincón ya tenemos bastante de abstracto con los conceptos psicológico, sociológicos y psicoanalíticos como para volar tanto de como un ser vivo, tal cual lo conocemos, puede reaccionar a una enfermedad contagiosa en los espacios de ocio convencionales.
Bueno, escribí un montón... espero que quede claro, esto es un debut y despedida sobre el género.