Sin lógica de continuidad entre artículos paso a trazar una línea transversal entre todas las películas que plantean algo de futurología fantasiosa. No teman astrólogos ni tarotistas, un psi que hable del futuro no les va a sacar laburo, porque focalizaré sobre las ideas que muestren un porvenir sin grandes progresos como sociedad pero si industrialidades y de consumos novedosos para hoy, pero nunca una reconexión con la naturaleza o nuestro planeta que su salud siempre pende de un hilo. ¿Y por qué habría que pensar esto?
La industrialización en el contexto salvaje con la que opera el capitalismo, deja sin esencia al humano, insumiéndolo y rutinas cada vez más lejanas de su ser y de su humanidad. Sin ir muy lejos gran parte de la disciplina de la salud mental se dedica a los paliativos de la burocracia cotidiana, y de cómo mantenerte vivo en la muerte subjetiva.
Me estás diciendo que sin capitalismos se terminaría la psicología.
Me estás diciendo que sin capitalismos se terminaría la psicología.
De muerte es la sensación que pude invadirte cuando tienes que esperar en un banco el momento de ser atendido, que a su vez el empleado que ser explotado en su capacidad laboral tendría ídem sensación. Pero como si fuera poco la tendencia de superpoblación y hacinamiento de las urbes, con la deforestación y el consumo de productos hiper procesados, le sumamos a una educación cada vez más alejada de la posibilidad de supervivencia fuera del sistema privado o pago. Esto imprime posibilidades cada día más alejadas de poder dejar de consumir del mismo monopolio, los estados con menos responsabilidad en salud y educación sucumben a estos hiper desarrollados sin control ni saciados de acumulación.
Genera sin lugar a dudas... dudas sobre la proyección de esta actualidad, salvo que inventen celulares que no se descarguen y wifi gratis en los bosques. La calidad de vida no mejorará con el progreso de lo actual, la deshumanización de los recursos naturales hoy trasformados en comodities de emporios privados, estados débiles que no pueden preservar sus propios herramientas de ascenso sin la especulación financiera, padecen y perecen por presión o ideología de supuesto libre mercado. Liberando a su propia suerte a los no-millonarios a facilitarse su propio servicio de salud y educación, que quizá luego de un par de generaciones puedan tener su propia techo.
El verdadero asesino serializado que no deja de matar nunca, es el sistema liberado de lo democrático sin control de los grandes capitales sosteniendo medios que desinformas, monopolizan, acumula para sí.
Me estás diciendo que no hay ficción futurística sin gente que muera de hambre...
El verdadero asesino serializado que no deja de matar nunca, es el sistema liberado de lo democrático sin control de los grandes capitales sosteniendo medios que desinformas, monopolizan, acumula para sí.
Me estás diciendo que no hay ficción futurística sin gente que muera de hambre...