martes, septiembre 14, 2021

Claroscuro (1996)

Shine (IMDb) "Ojos locos"

  Los intentos de relacionar arte y salud mental tiene más años que el cine mismo, pero parece no alcanzar la cantidad de fracasos para afirmar la siguiente sentencia... "Cualquiera man, na´q´ver". El arte como decoración y reconocimiento social/económico o la psicología como violencia diagnóstica deshistorizada familiarizante, parecen no argumentar lo suficiente para que dejemos de insistir.
  ¿Vas a hablar de la película o no? -Si.
  En esta pieza podemos ver la intención subjetiva del protagonista de tener una vida orientado en lo que él entiende que le gusta o es bueno, a favor primer y en contra después de lo que parece un mandato familiar alienante e imposible le propone  complacer a costo de su sanidad.
  Tanto el espectador psi y no psi, desprevenido, se auguraría jubiloso agenciarse el conocimiento de lo que sería ver un artista loco en acción, su génesis, trato e incluso de que va un brote o quiebre de la personalidad con desmayos y crisis psicomotrices... Nada más alejado de la realidad, lamento informar.
  El psicologismo barato de enunciar un desestabilización a partir de la ejecución de una obra, es típica de la linealidad eclesiástica de "“Los que fracasan cuando triunfan” del año 1916 como para historizar en vez de actualizar conceptos, porque no se abandona la misma teoría psiquiátrica que no deja estigmatizar cuanta subjetividad puede desde siempre... porque si es humano tiene que una tipificación.
  Si se agradece el gran nivel actoral, la producción excelsa y la alta difusión le valieron el reconocimiento mundial, pero... no le mintamos a la gente.  La síntesis guionística que enarbola estéticamente con mucho criterio y arte, está lejos de poder plasmar una enfermedad mental, si es que en el caso que se referencia se puede pensar dentro la construcción política ética del diagnóstico que justifica el (mal)tratamiento psicológico que recibió.
  No hay que estar loco para ser artista, loco es quien dice "ser" y un artista es simplemente una persona que no puede hacer otra cosa que actuar o interpretar un instrumento... el arte es un daño colateral.