Creed 2 (IMdb) "¿Dónde está mi mámi... y mi pápi?"
Siguiendo con la temática que nunca empezamos, y como no hay orden temporal que importe en el inconsciente, no puedo dejar de seguir esa lógica incontinua. En este celuloide vamos a ver la búsqueda de reivindicar el honor de un padre fallecido por segunda vez y una madre abandónica, instancias psicoanalíticas remanidas con el nombre del padre y el estrago materno subrayando su vigencia.
No nos vamos a detener en los conceptos teóricos estrictos antes mencionados (o casi), y tampoco en la continuidad del vestuario heráldico de los pantaloncitos del protagonista afroamericano, que en la anterior saga del boxeador italiano habría sido de letal mufa.
Podemos ver reeditada y nunca menos actual, el clásico usa/urss con significativas coso y notorias etc. La clásica identificación del enemigo diferente y rústico, en este caso lo significativo es el cambio de exploración sentimental de la némesis ya sin la abundancia tecnológico del primer ruso, llegando a la contienda por un lado un duelante paterno y un destetado en cuanto a lo notorio.
Esta madre fallida brilla por su supremacía, en un país que denosta, segrega y encarcela la causa femenina... pero bueh... aceptemos ese universo paralelo... capaz hay mujer con poder.
Ese padre que no deja de no morirse, y este hijo tuvo que sobreponerse primero a su legado y ahora a su asesino. Más allá de los aspectos técnicos y artísticos que son impecables en general, es notorio la ausencia de historias y el estiramiento argumental innecesario que obligan a dejar de poner foco en la historia, haciendo que uno se quede con... una piña, la música o el miniacv que tiene el tano.
Cuánto valía la billetera robótica antes y casi que alcanzó, pero aquí la billetera no mató al galán pero si al exsoviético pobre, que sucumbió frente al millonario heredero e incrementador de dicha fortuna con estas victorias.
¿Pero te vas a meter en lucha de clases? ¿Qué tiene que ver con la locura?
Nada y todo, porque nada se puede hacer sin el apoyo integro de cada integrante de primario cordón de afectos y todo (héroe) quien a la hora de identificar un vencedor es mucho mejor ser lindo, familiero, amiguero, millonario y abdomen marcado, que extranjero que no se le entiende nada y pelado.
Es porque hay que vender entradas y la sensiblería efectistas tiene que poner en marcha la saga vetusta de incapacitados emocionales sin formación, para que nadie busque superarse más allá de las manualidades. Total el conocimiento científico ya llegó a su techo (del presupuesto), y es mejor que todos nos ganemos el pan a la fuerza, y una mitad del mundo muera en el hambre y el dolor del abandono de sus seres queridos por mala pegada y no alcanzar las metas ajenas.
Maravillosamente se da en estas peleas, la nunca de más, lucha de clases y nunca de menos, lucha de abandonos... por un lado el pobre sin madre y el rico sin padre, casi presagiando el tótem cultural del no tiempo. Pasó, pasa y pasará por un buen rato la pelea entre yo y mis vasallajes.
No nos vamos a detener en los conceptos teóricos estrictos antes mencionados (o casi), y tampoco en la continuidad del vestuario heráldico de los pantaloncitos del protagonista afroamericano, que en la anterior saga del boxeador italiano habría sido de letal mufa.
Podemos ver reeditada y nunca menos actual, el clásico usa/urss con significativas coso y notorias etc. La clásica identificación del enemigo diferente y rústico, en este caso lo significativo es el cambio de exploración sentimental de la némesis ya sin la abundancia tecnológico del primer ruso, llegando a la contienda por un lado un duelante paterno y un destetado en cuanto a lo notorio.
Esta madre fallida brilla por su supremacía, en un país que denosta, segrega y encarcela la causa femenina... pero bueh... aceptemos ese universo paralelo... capaz hay mujer con poder.
Ese padre que no deja de no morirse, y este hijo tuvo que sobreponerse primero a su legado y ahora a su asesino. Más allá de los aspectos técnicos y artísticos que son impecables en general, es notorio la ausencia de historias y el estiramiento argumental innecesario que obligan a dejar de poner foco en la historia, haciendo que uno se quede con... una piña, la música o el miniacv que tiene el tano.
Cuánto valía la billetera robótica antes y casi que alcanzó, pero aquí la billetera no mató al galán pero si al exsoviético pobre, que sucumbió frente al millonario heredero e incrementador de dicha fortuna con estas victorias.
¿Pero te vas a meter en lucha de clases? ¿Qué tiene que ver con la locura?
Nada y todo, porque nada se puede hacer sin el apoyo integro de cada integrante de primario cordón de afectos y todo (héroe) quien a la hora de identificar un vencedor es mucho mejor ser lindo, familiero, amiguero, millonario y abdomen marcado, que extranjero que no se le entiende nada y pelado.
Es porque hay que vender entradas y la sensiblería efectistas tiene que poner en marcha la saga vetusta de incapacitados emocionales sin formación, para que nadie busque superarse más allá de las manualidades. Total el conocimiento científico ya llegó a su techo (del presupuesto), y es mejor que todos nos ganemos el pan a la fuerza, y una mitad del mundo muera en el hambre y el dolor del abandono de sus seres queridos por mala pegada y no alcanzar las metas ajenas.
Maravillosamente se da en estas peleas, la nunca de más, lucha de clases y nunca de menos, lucha de abandonos... por un lado el pobre sin madre y el rico sin padre, casi presagiando el tótem cultural del no tiempo. Pasó, pasa y pasará por un buen rato la pelea entre yo y mis vasallajes.