Spellbound (IMDb)
Esta sería la segunda película que el pela ocupa entre los artículo publicados en este rincón de psinefilia intrascendente, y con gran mérito se lo ha ganado por apoyar uno de los prejuicios clásicos de las teorías ignotas que se dilapidan sobre la ciencia del sueño, uno de los tristes intentos del
séptimo arte en plasmar lo que sería un tratamiento psicológico
aplicando técnicas psicoanalítica sobre el sueño de un paciente... o casi.
Desde el principio hasta el desenlace se suceden una serie de climas podrían estar dentro de lo que podría ser el trabajo en una clínica especializada en el tema, con tecnicismos y la sobre explicación con títulos grandilocuentes intentando dar un cátedra a un público vacuo sobre el tema, pero más que un poco de vergüenza ajena no pasa y hasta es digerible.
Como el enamoramiento sin razón de la protagonista que sucumbe al encanto físico del que era un erudito en materia de salud mental, y pasa a ser mentiroso, asesino y paciente más rápido que lo que canta un gallo.
Esta confusión arrastra la historia al infierno de donde vino Cats, porque la agente de salud asume la responsabilidad del desmemoriado usurpador de identidad, y se somete a un juego de mentiras y ocultamiento para dilucidar el supuesto crimen o desaparición del usurpado, en el medio de mimos y arrumacos con quien desconoce su propia identidad, pero es carilindo.
La escena del relato del sueño es de lo mejor que se puede ver en la historia de la cultura humana desde la pinturas rupestres en las cuevas, lástima que está en un contexto ausente de toda rigurosidad técnica que paso a detallar.
El sueño, dicho de simple manera, es un reseteo neuronal de un sistema nervioso, y escribo 1 porque para cualquier otro, será otro. La significancia de los símbolos vertidos en la forma de relatar los elementos que el contador del sueño dice que ve, solamente le sirve al narrador, es decir, es inverosímil y iatrogénico que otro haga un análisis como un mapa del tesoro... de la mente.
El desfiguramiento que se produce en las imágenes que se puede ver en el sueño, son consecuencia de la necesidad de distintas zonas del cerebro de trabajar, a escondidas, en el descanso cuando en la vida diurna no tienen desarrollo... Si, se autolimpian por ser representación que de forma directa angustiarían, por ejemplo "la muerte".
Resolver acertijos es cuestión de los investigadores policíacos o parecidos, en cambio el sueño lejos está de ser un elemento de peritaje judicial ya que es un resto (como lo que sale de los riñones) que el psicoanálisis le generó un andamiaje que desfavorece síntomas displacenteros, que el escuchante es mero ídem, pero lejos está de poder encontrar un sentido que no sea el insultante para el relator.