Serie: Freud
Actor: Robert Finster
Este personajes tenía que estar en este espacio por las razones obvias, pocas veces tenemos series sobre Wernicke o Pavlov, pero más por el hecho que ocupe un autor de una corriente psicológica, que a su vez visito cotidianamente.
Comencemos...
Comencemos...
La serie tiene una construcción de época con climas y actuaciones muy buenas, incluso la disposición de los recursos audiovisuales son acordes para lograr la atención del vidente... digo televidente. Lo que sucede durante toda la seguidilla de capítulos es que no se toca el tema de la preteoría psicoanalítica, instancia que por la época señalada y la producción de escrita del autor se haría notoria la tendencia a formar la rutina de trabajo, para ocuparse de temas que lo convocaban, es decir, no aporta ninguna luz sobre lo que sí sabemos del protagonista.
El protagonista es un mero observador intrascendente para la trama policial-místico político-bélico de posguerra que esta muy bien retratado, como ya he señalado, y más allá que se planteen unas viñetas pseudoteóricas, estás, son inconducentes para que avance la historia y generan un halo de inaplicabilidad práctica que si habría sido así, no se haría una serie con este nombre.
Lo interesante de esta serie es que sin casi participar el nombrado que titula la emisión ya fallecido, que hizo un aporte importante a su disciplina y a la perspectiva de la ciencia de la salud mental. Deja mal parados a otras personas reconocidas en el mundo científico, incluso con premios sus respectivos novels, que sus homenajes fílmicos llevaron un nombre simbólico lejos de su apellido.
Hace pensar lo convocante y peso del mismo y por otro lado lo fácil que es fallarle al espectador sin perjuicio ni pena, ya que es evidente la ausencia total de correlación con los hechos históricos y caracterológicos que muestran del personaje, que lo hacen perseguir fantasmas y mentir sobre un escrito que habría desechado (pausa lúgubre) sin que les tiemble el pulso. No todo lo que produjo Freud fue festejable, también hizo algo de fakenews pero eso será para otro momento.
Otro nombre, quizá, no habría tenido la divulgación y aquí mismo no habríamos hecho eco de dicha proyección, aunque si sería vista. Felicitamos por la decisión estética ausente de contenido referido al título y agradecemos, porque no, que se alimente el mito y la imagen de un referente de ciencia psicológica, si bien un subtítulo de "...contra los seres del más allá" hubiera sido más acorde. Lo que si sabemos es que Sigmund era una persona aburrida que se la pasaba trabajando, leyendo y escribiendo.