Maníaco (IMDb) "Matame que me gusta"
El misterio de la mujer/madre deseante genera un hijo traumado, que parece hacer las mieles más deseas por los osos de los prejuicios culturales, y vemos que la lógica literaria no deja de retratar, rescatar, repetir, reincidir normalizando el control de la sexualidad de la progenitora como instigadora sine-qua-non de la violencia de su ya adulto e inimputable descendencia.
El misterio de la mujer/madre deseante genera un hijo traumado, que parece hacer las mieles más deseas por los osos de los prejuicios culturales, y vemos que la lógica literaria no deja de retratar, rescatar, repetir, reincidir normalizando el control de la sexualidad de la progenitora como instigadora sine-qua-non de la violencia de su ya adulto e inimputable descendencia.
A esto le llaman pensar... Los méritos técnicos y de actuación de cada expresión audiovisual de alcance masivo, no se pueden obviar ni objetar como tampoco la aprobación ética del todas subjetividades que aceptan poner la cara y el cuerpo, a un proyecto donde se castiga el deseo de salir de la casa a los animales humanos que portan sexo incubador o plausible de albergar génes propios y/o ajenos.
Ambas películas retratan sin importar el momento de su creación, un protagonista que tiene un pasado tortuoso de una madre que sería gen de la maldad, situación que decanta en buscar dar castigo merecido (delirantemente) por la víctima, que tiene el estigma de plantearse como un ser acompañado por un deseo para un otro, real u ontológico que no le colma estar en su casa.
Esto da cuenta de lo poco que hemos evolucionado como especie, en este corto lapso de tiempo que transcurre entre la primera expresión y la segunda... de hecho en la última aparece la madre como la causante del padecer psicótico (jajaja... perdón, no puedo dejar de reírme); sería lindo que este pensar, así de simple, sirviera para explicar la vida... pero no.
La idea de un asesino emocional catártico sin control que le quita la vida a una serie de personas, como intento primitivo de elaboración animal de la palabra, que sucumbe al control institucional de la muerta. Muestra lo poco representativa que es la industria del entretenimiento, conociendo los picos lúcidos del pensamiento científico, y así desenmascara la filosofía de los productores de entretenimiento que retoman una idea, cuestionable clínicamente, para mejorarla en los aspectos técnicos pensando quizá, que la original no se había entendido y había que subrayarla.
El final en ambas es alentador, no se si por lo poético o por que vienen los títulos.