Actor: Psicoanálisis
Serie: The Century of the Self
Otro documental que aplica en este espacio y porque el susodicho tiene una entrega episódica lo metemos a la fuerza en esta sección, y no con menos fuerza elijo al protagonista porque ésta corriente psi es el hilo conductor. Señalándolo como eje del dominio de masas a través de la (maligna) técnica de manipular el deseo, siendo denunciada y desenmascarada por esta pieza audiovisual (ponele).
Este es de esos documentales conspiranóicos sobre los que ya me he explayado aquí y mantiene una premisa y par de hechos. La premisa que el protagonista (el psicoanálisis) habría otorgado herramientas a los poderosos, que de muy buena fe se vieron obligados a usarlas en su beneficio, en detrimento de quienes no podían operar masivamente un país o el mundo con la oferta incisiva de sus productos/servicios; y por otro lado el hecho de una agilización comunicacional al servicio de los mismos, a través de fidelización emocional identitaria idílica ilusoria como se venía usando, con éxito, en la política partidaria, guerras, ideologías económicas y..
Che, pará. ¿Esto se hacía antes que aparecía el neurólogo vienés, que hay que reconocerle la excelsa prosa literaria y el buena lectura fenoménica, y le estarían tirando el fardo por ser buen observador? (emoji cara triste).
En fin. Caerle con el peso técnico a cuatros horas y pico de argumentación que intenta tener un rigor teórico-histórico-antropológico, sería fácil y quizás muy (in)injusto porque busca operar antes que explicar, y en televisión el tiempo es Perón... digo Nerón... el tirano, como para que con semejante duración sirva para entender la humanidad en su aspecto consumista (ironía alert).
Por una lado me parece más interesante pensar como evitan sistemáticamente la identificación precisa de las corporaciones que se vieron beneficiadas por la aplicación de tal o cual teoría del protagonista, pero si lapidan certeramente a las figuras políticas de cada momento relatado como si fueran los malos identificables o si sus fallas fueran más graves éticamente, y en la volteada cae el padre del protagonista de la serie.
Me parece romántico (tierno) la idea de intentar ejercer dominio sobre la población cuando eso es cultural y tiene tantos años como la mentira, si no es que dominio y cultura son hermanos. En una de esas el corto alcance de la perspectiva les nuble por falta de lectura, o quieren explicar la física cuántica con playmovils.
La idea general de que el psicoanálisis pudiera oficiar de facilitador técnico del sentido del deseo del humano, y con el mismo poder someter subjetividades norteamericanas en el un rango histórico temporal escueto, es darle una importancia exagerada a los yanquis y a un teoría que hizo agua desde el comienzo. Con esto quiero señalar lo pobre del alcance antropológico y por otro lado lo el esfuerzo determinista sin sustento cuando lo eficaz, es y ha sido, fomentar el individualismo en sociedades que se vigilan pero no se cuidan entre sí.
Se idolatra una técnica sin explicar su instancias confesional eclesiástica, la atomización familiarista como célula generadora/curadora del mal y su estrafalaria mitología usurpada/gestada sin la sazón literaria necesaria para tener sustento en su análisis, como si todo fuera perfecto. Lo que está claro y bien argumentado es el pasaje del ciudadano al consumidor, operatoria que habilitó el desfinanciamiento de, nada más y nada menos de, las dictaduras en casi todo el mundo.
Decir que el psicoanálisis se comunicó mejor en este época, es como pensar que el lenguaje comunica.
Rosca y lobby 4ever.