The Voices (IMDB) "¡Para que te llamé!"
Una interesante manifestación cinematográfica del psicótico se puede ver aquí, sin evitar lo más bizarro y terrorífico que la construcción paranoide puede someter a una individuo y su entorno. Así como la repercusión del índole afectivo que invita la patología al desbordar la personalidad, que incapaz de elaborar ciertas tensiones derrapa y compromete su vínculo social a través de conductas torpes y pueriles le suma decisiones estrambóticamente parareales.
Pasemos por alto el clishe de mostrar el movimiento de las bocas de los animales cuando estos le hablan al protagonista. Lo que es maravilloso como se ve el mundo idealizado e idílico sin medicación y como se degrada y bizarrea cuando aparece la visión real con el apaciguamiento de los síntomas, es una especie de maquillaje que crea apreciaciones propias del padeciente de este juicio desviado.
Pero...
... hay que señalar que no es una condición sine qua non una herencia directa de madre o padre a hijo en este tipo de alteraciones mentales...y mucho menos que se precipite la estructura al asesinar a la propia madre en medio de un brote alucinatorio.
La película derrapa cuando sin medicación en el organismo la terapeuta lo invita a pensar que puede no llevar a cabo lo que dicen las voces, situación que sería posible si el que sufre de escuchar voces apremiantes no tuviera... lo que se dice...¡Delirio!... que por definición tiene esta característica ser imperativo y fuera de la realidad compartida; y que señale o use la soledad como argumento facilitador de los síntomas, poniendo la intervención terapéutica en lugar de inoperancia lastimosa y horripilante... equivaldría a querer apagar un incendio con un abanico de papel, y así fue el resultado; si bien no queda claro cual era la formación profesional de la (i)responsable de la salud mental del fachero protagonista se puede apreciar por los resultados en la práctica clínica que merecería la muerte en la secuela si es que la hubiere.
El cúmulo de buenas intenciones visuales desembocan en el pus más hediondo de la desinformación, tirando por la borda años de desarrollos clínicos en salud mental... o también se podría ver la intención de como se piensan al asesino de mujeres (porcentaje de femicidios bien gracias) y la manera de fabricar locos asesinos.
Una interesante manifestación cinematográfica del psicótico se puede ver aquí, sin evitar lo más bizarro y terrorífico que la construcción paranoide puede someter a una individuo y su entorno. Así como la repercusión del índole afectivo que invita la patología al desbordar la personalidad, que incapaz de elaborar ciertas tensiones derrapa y compromete su vínculo social a través de conductas torpes y pueriles le suma decisiones estrambóticamente parareales.
Pasemos por alto el clishe de mostrar el movimiento de las bocas de los animales cuando estos le hablan al protagonista. Lo que es maravilloso como se ve el mundo idealizado e idílico sin medicación y como se degrada y bizarrea cuando aparece la visión real con el apaciguamiento de los síntomas, es una especie de maquillaje que crea apreciaciones propias del padeciente de este juicio desviado.
Pero...
... hay que señalar que no es una condición sine qua non una herencia directa de madre o padre a hijo en este tipo de alteraciones mentales...y mucho menos que se precipite la estructura al asesinar a la propia madre en medio de un brote alucinatorio.
La película derrapa cuando sin medicación en el organismo la terapeuta lo invita a pensar que puede no llevar a cabo lo que dicen las voces, situación que sería posible si el que sufre de escuchar voces apremiantes no tuviera... lo que se dice...¡Delirio!... que por definición tiene esta característica ser imperativo y fuera de la realidad compartida; y que señale o use la soledad como argumento facilitador de los síntomas, poniendo la intervención terapéutica en lugar de inoperancia lastimosa y horripilante... equivaldría a querer apagar un incendio con un abanico de papel, y así fue el resultado; si bien no queda claro cual era la formación profesional de la (i)responsable de la salud mental del fachero protagonista se puede apreciar por los resultados en la práctica clínica que merecería la muerte en la secuela si es que la hubiere.
El cúmulo de buenas intenciones visuales desembocan en el pus más hediondo de la desinformación, tirando por la borda años de desarrollos clínicos en salud mental... o también se podría ver la intención de como se piensan al asesino de mujeres (porcentaje de femicidios bien gracias) y la manera de fabricar locos asesinos.
Las estrellitas de moda en papeles de cine clase B dan cuenta que la cosmovisión denigratoria de la locura como mal endémico de la sociedad, con los locos al manicomio y los sanos en el shopping... como si fueran lugares distintos.